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La ebullición artística en su fase de explosión. El instante en el que se estaban fraguando estilos y géneros; movimientos musicales que terminaron cristalizando para marcar el devenir de la historia. En 1968 Pink Floyd era una banda en plena eclosión, su primer disco marcó un lugar de partida fundamental para la psicodelia y la experimentación. Syd Barrett era prácticamente el comandante de la nave, pero su precaria salud mental no permitió que su obra continuara. Tan solo un año después de la edición de su primer disco, la banda acometió su continuación, pero Barrett ya no estaba completo, y mucho menos capacitado para encargarse del liderazgo del grupo. Sin haberse ido aún, David Gilmour ya había entrado en el grupo para sustituirlo. «A Sourceful Of Secrets» se convirtió así en el único trabajo de Pink Floyd en el que la banda se compuso de cinco miembros, con Gilmour y Barrett coincidiendo por única vez. Un álbum accidentado por todo ello: el final de una época fugaz daba paso a una nueva realidad, la cual se convirtió a la postre en la más longeva y reconocible de la historia de la banda.
«A Sourceful Of Secrets» se publicaba en el verano de 1968 , curiosamente no logró el disco de oro en el Reino Unido hasta 1994 y no entró en las listas de ventas americanas hasta que llegó su reedición de 2019…
«Let There Be More Light» fue el único single extraído de ese álbum y una de las canciones que quedaron registradas en uno de los discos de tributo a Pink Floyd que grabaron los alemanes RPWL en directo hace ocho años. Algo natural, teniendo en cuenta que la banda de Baviera inició su carrera musical como grupo de versiones de Pink Floyd. De eso hace ya mucho tiempo, tanto es así que «Crime Scene» es su octavo trabajo de estudio. Nuevo disco de temática prácticamente conceptual en el que RPWL se han sentido inspirados e interesados por lo mórbido y lo perverso, por las profundidades del comportamiento humano. Episodios basados en hechos reales de necrofilia, asesinos en serie o la maldita violencia machista, tan doméstica como incomprensible. Un disco de temática muy seria, con el dramatismo inevitable, traducido por la forma de hacer las cosas de RPWL. Unas veces acicalados con reflexiones livianas y otras teñidos de tragedia, pero siempre emocionales. Menos directo que sus anteriores obras, «Crime Scene» es el primer disco con el nuevo bajista Markus Grützner y también el primero desde el año 1995 sin un teclista propiamente dicho en el seno del grupo…
(Esta semana en Rocktopia: PINK FLOYD, RPWL, EXPLORING BIRDSONG, FISH, ABEL SEQUERA, KAMELOT, HOLLENTOR y THE BANISHMENT)